«¡Vaya pedazo de viaje!» quizás sea una de las frases que repitieron los asistentes y nuestros propios chicos de MSIGHT tras esta experiencia.

Unidos por la pasión por la fotografía y los viajes, este grupo tan ecléctico se lo ha pasado en grande y nosotros no podemos más que agradecer la confianza puesta desde el minuto 0.

El primer día de este completito viaje empezó con los encuentros y las presentaciones, saludos a diestro y siniestro y teoría con sus respectivos apuntes para entender todo lo que se iba a dar en los días siguientes.

 

Al despertar al día siguiente, fueron al Monsul e hicieron las prácticas del amanecer. Composición, crear profundidad de planos, medición de luces… un poco de toma de contacto.

Durante la segunda práctica de la mañana, estuvieron fotografiando texturas, y enfrentándose a la luz dura del sol y sobre como trabajarla en el paisaje. Llegados a este punto, se les planteó que creasen su propio storytelling del viaje en el que contasen algo más. Solo adelantamos que algunos acabaron rebozados rodando por las dunas del Monsul. La última práctica de la mañana se desarrolló en los Genoveses.

Por la tarde se diriguieron a la playa del Barco, y allí estuvieron profundizando más en lo que transmiten nuestras imágenes que en tecnicismos.

Aquí algunos aprovecharon la luz cálida del atardecer y otros enfatizaron la escena fría esperando a la hora azul. No entraremos en detalles pero más de uno sufrió algún que otro percance con esto de confiarse e ir a meter los pies en el agua, pero nada que unas buenas risas y unos buenos recambios de ropa no pudieran subsanar.

Otra zona a visitar fue el Arrecife de las Sirenas, una luz y una imagen que quitaba el sentido y, tras muchas caminatas y muchos descubrimientos, llegó la etapa final de comentar y revisar las fotos tomadas ya como despedida.

Agradecemos a todos vuestra confianza y vuestras ganas y sobretodo a MSIGHT por un taller/viaje tan instructivo y llevado a la perfección.