La playa es un territorio de vida y memoria que, nos permite disfrutar del tiempo de ocio, del sentimiento de libertad asociado al espacio del mar, facilitándonos las relaciones y el encuentro.

En nuestro país, la cultura de «sol y playa» está arraigada en el imaginario colectivo desde la infancia, de tal forma que, si durante el año no hemos podido sentir el mar, la arena el salitre y el sol, dudamos de si realmente hemos disfrutado de vacaciones. Mirar el mar y el movimiento continuo de las olas es observar nuestra vida que está en proceso de evolución y cambio permanente.

Durante el tiempo del curso, revisaremos algunos autores contemporáneos que han trabajado el espacio de la playa y nos permitirán hacer algunas reflexiones sobre los objetivos del curso que será fundamentalmente práctico. La actividades están planteadas de forma que la creatividad, el juego y la interacción grupal nos permitan conocer nuestro momento vital explorando las líneas del tiempo. Si el sol y la arena nos conectan con el cuerpo a través de la piel y el tacto, realizar actividades en la playa es vivir el presente. El mar y especialmente el espacio bajo el agua remiten al origen y la memoria, a los inicios de la vida. Somos agua y nuestras emociones las podemos experimentar fusionándonos con el mar, sintiendo las olas, permitiéndonos ver con claridad como queremos nuestro futuro. Finalmente, cada participante elabora un proyecto personal con las resonancias y las imágenes creadas durante el taller.

La fotografía es un medio de creación contemporánea que ha recurrido a la playa como referente para explorar el cuerpo, la biografía, las relaciones familiares, el ocio, el erotismo, la cultura de masas y el turismo, los rituales, la naturaleza, el paisaje y la muerte porque, la playa también es un espacio político, testigo de tragedias y migraciones, de luchas y batallas.

Partiendo de la playa como hilo conductor y las técnicas de fototerapia, tendremos la oportunidad de construir narrativas personales con imágenes, explorando la biografía, la identidad, como sentimos las emociones en el presente, las relaciones familiares, los vínculos con los otros y cómo vemos nuestro futuro.

Los objetivos del curso son, conocer los usos terapéuticos de la fotografía y poderlos aplicar en situaciones de la vida cotidiana mediante el desarrollo de proyectos personales y compartir trabajos de artistas contemporáneos que utilizan la playa como materia de creación. 

Durante el curso como complemento a la práctica fotográfica, compartiremos técnicas de meditación, visualización, atención plena y masaje sensitivo para que el acto de fotografiar se convierta en una experiencia corporal consciente.